Johann Trollmann nació el 27 de diciembre en el seno de una familia Sinti en Wilsche, Gifhorn.
Por su atlética figura que recuerda a un bien formado y erguido árbol, le dieron el sobrenombre de “Rukeli”; “Ruk” significa árbol en el idioma Roma.
Rukeli Trollmann creció con 8 hermanos en el centro histórico de Hanóver. Su gran talento para el boxeo se mostró desde muy temprana edad. Ya a los 8 años subió por primera vez al ring. El ganó el Campeonato del Sur Alemán y fue miembro fundador de la asociación “BC-Heros-Eintracht” de Hanóver. En su juventud Rukeli Trollman ganó cuatro veces el Campeonato Regional, ganó el Campeonato del Norte Alemán y tomó parte en el Campeonato Alemán Amateur de Box.
En la escena cultural de la República de Weimar, el box era uno de los pasatiempos favoritos. Rukeli Trollmann era un talentoso técnico en los pesos medianos, muy rápido con las piernas. Desarrolló un estilo propio que estaba en décadas adelantado a su época.
Personas que lo vieron boxear contaron que él ya en los años 20 boxeaba como Mohamed Ali. Bailaba en el ring y amagaba elegantemente al contrario hasta cansarlo y ablandarlo para luego golpearlo con un extraordinario puñetazo.
En 1928, con argumentos poco convincentes, la Asociación eliminó su nombre de la lista de participantes en los Juegos Olímpicos de Amsterdam y envió en su lugar a un rival, que contra Rukeli Trollmann, entonces Campeón del Norte Alemán, repetidas veces había perdido. A consecuencia de ello, él cambió en enero de 1929 de Heros-Eintracht, a la más conocida asociación deportiva de los trabajadores en Hanóver, la “BC Sparta Linden”. Por sus éxitos, la prensa deportiva apodó a Rukeli Trollmann “Gitano”. Frecuentemente fue difamado en forma rasista como gitano bailarín que no boxeaba al estilo alemán.
Una Estrella que no podía serlo
Luego de ser eliminado de la nominación para los Juegos Olímpicos, en junio de 1929, Rukeli Trollman decidió hacerse boxeador profesional. Su entrenador fue el berlinés Ernst Zirzow. Rukeli Trollmann era muy rápido y exitoso y pronto se hizo un nombre en el boxeo profesional. Su primera lucha fue contra Willy Bolze y ganó por Nockout en el 4. asalto. El boxeo profesional estaba a la espera de alguien como Rukeli, que boxeara elegantemente, un auténtico luchador, un hombre bien parecido que también tuvo éxito con las mujeres. Un deportista llamado a ser estrella.
En 1930 tuvo en toda Alemania 13 peleas, extremadamente exitosas. A partir de 1932 peléo solamente contra los mejores, tanto en categoría Welter, Media y Semipesada, entre otros contra Baisley (USA) – empate, contra Boer (Holanda) en Berlín – ganó por puntos, contra Russo (Argentina) – ganó por Nockaut en el segundo asalto y contra Witt – ganó por puntos en Dresden (Su posterior rival, en 1933 cuando ganó el Campeonato Alemán).
Desde 1932 el boxeo alemán no podía pensarse ya sin Rukeli Trollmann. La toma del poder de los nacionalsocialistas en enero de 1933 cambió la vida de Rukeli Trollmann.
El boxeo fue llamado “Lucha de los Puños Alemana”. Los clubes de boxeo fueron reoganizados y ariaizados. Se inició la marginación y persecución de deportistas no arios.
El campeón alemán y boxeador predominante en la categoría de Rukeli Trollmann (pesos medios y semipesados) era Erich Seelig. Antes de la defensa del título, Seelig fue amenazado hasta de muerte y decidió irse a Francia. Como judío, su vida corría riesgo.
Rukeli Trollmann no siguió su ejemplo y se quedó en Alemania. Éste fue un problema para las autoridades deportivas nacionalistas, ya que él era demasiado exitoso y querido para echarlo del ámbito boxístico alemán sin un motivo evidente.
EManipulaciones que acabaron con el éxito
El 9 de junio de 1933 Rukeli Trollmann no dio ninguna oportunidad a su oponente Adolf Witt a una victoria por puntos y se convirtió en Superestrella.
Al mismo tiempo su gran éxito como boxeador se convirtió en su perdición. Su victoria se convirtió en una amenaza para los nacionalsocialistas, ya que Rukeli Trollmann desmontaba la imagen de la supremacía física de la raza aria.
En el público se encontraba también el presidente de la Asociación “Lucha de los Puños Alemana” (Radamm).
Cuando estuvo claro cómo iba a terminar el encuentro, dio la instrucción a los jueces de declarar la lucha como “empate” Los jueces siguieron la orden. El público entendido en box sin embargo no estaba dispuesto a ser parte de esa manipulación ya que habían visto a Rukeli Trollmann como al boxeador absolutamente dominante.
Luego de masivas protestas y amenazas contra los funcionarios nacionalistas presentes, Rukeli Trollmann fue declarado vencedor. La alegría por el Título de Campeón fue corta. Ocho días después de la pelea recibió una carta de la Asociación de Boxeo en la que se le comunicaba que se le retiraba el título de campeón ya que ambos contendientes habrían mostrado un rendimiento insuficiente. El titulo no fue otorgado.
Una lucha contra el régimen
Aún sin título de campeón, Rukeli Trollmann era un personaje muy popular, que los nacionalistas querían sacar de circulación. Su carrera debía terminar definitivamente y nunca más debía boxear en un cuadrilátero alemán. El 21 de julio de 1933 tuvo lugar la próxima pelea, contra el conocido y combativo Gustav Eder. Conciente de la situación sin salida en la que se encontraba, subió al cuadrilátero con el cabello teñido de rubio y el rostro espolvoreado de blanco. Se le dijo que debía contar con el retiro de su licencia de boxeador si no renunciaba a su estilo y a su “baile gitano” y daba lucha. El renunció al juego de piernas, sin amagar golpes se dispuso al combate. Pie a pie con su rival se paró en medio del cuadrilátero para recibir y dar golpes. Tras el quinto asalto fue noqueado y su carrera como boxeador terminó definitivamente.
En los años siguientes se buscó la vida como boxeador en ferias y vivió alternadamente en Berlín y en Hanóver. En Berlín conoció a Olga Frieda Bilda, con quien se casó en 1935. Ambos vivieron en Berlín con la hija que nació en el mismo año. La persecución de los Sinti y Roma aumentó drásticamente luego de la ley racial de Nuremberg, el 15 de septiembre de 1935.
En septiembre de 1938 Rukeli Trollmann y Olga Bilda se divorciaron. En el mismo año él fue recluído por varios meses en el campo de trabajo de Ahlem, en Hanóver.
Hasta el amargo final
Luego de su liberación, vivió escondido y se mantuvo durante largo tiempo en el bosque de Teutoburgo para evitar un nuevo arresto. Durante la guerra, en noviembre de 1939 él fue llamado al ejército. Estuvo estacionado en Polonia, Bélgica y Francia. En 1941 fue destinado al Frente Este, donde fue herido. En 1942 fue promulgada la ley militar por la que Sinti y Roma por motivos políticos y raciales, debían ser expulsados del ejército. En junio de 1942 Rukeli Trollmann fue arrestado y llevado a la “Central Gitana” en la calle Hardenberg de Hanóver, donde fue duramente torturado. En octubre del mismo año fue llevado al campo de concentración de Neuengamme, cerca de Hamburgo. Recibió el número de prisionero 9841 y fue condenado a trabajos forzados. Un ex juez de box y por entonces miembro de las SS, Albert Lütkemeyer, hizo que Rukeli Trollman, al atardecer, luego del trabajo, boxease con soldados de la SS, pese a su enorme pérdida de peso y casi inexistente energía física.
Rukeli Trollmann logró con ayuda del ilegal Comité de Prisioneros asumir la identidad de un preso fallecido. Para que no fuese descubierto, se organizó su transporte al campamento anexo de Wittenberge. Allí también fue reconocido y tuvo que combatir contra el odiado jefe Emil Cornelius.
El ganó la pelea, pero durante el trabajo fuera del campo de concentración, fue golpeado mortalmente a traición por Cornelius.
La muerte de Rukeli Trollmann fue declarada accidental. Su cuerpo fue enterrado con el de muchos otros prisioneros del campo, en el cementerio de Wittenberge. La noticia de su muerte se conoció recién cuando el prisionero Robert Landsberger, quien durante los trabajos forzados fue testigo de la muerte de Rukeli Trollmann, declaró luego de ser liberado del campo de concentración, al concluir la guerra.
En el año 2003 la Asociación Alemana de Boxeo Profesional reconoció en forma póstuma el Título de Campeón Alemán a Rukeli Trollmann. Debe señalarse que esta rehabilitación fue realizada tras masiva presión de la opinión pública. Entre otros, trabajaron por esta rehabilitación Nina Gladitz, de Berlín y Yanko Weiss-Reinhardt. No pueden dejar de mencionarse también a Eva Rolle y sobre todo a Mike Cloth.
En agosto del 2004, una calle de Hanóver recibió el nombre de “Johann-Trollmann-Weg”. Aún cuando un libro, una película y proyectos de teatro han dado a conocer el trágico destino de Trollmann, su memoria aún no ha recibido el reconocimento público que como deportista y víctima del nacionalsocialismo merece.